Estrella

Foto: Topocho

Brillas como hoja
recién nacida
cuando amas

Le sonríes al placer
y a la sorpresa
como un niño
que abre los ojos a la vida

Qué ganas me incubas en el cuerpo
se me antoja hasta lamer tu alma
Y sentir la noche entera
tu danza tu gozosa
luz interna
penetrándome
y rompiendo cerraduras


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De: "La Espiral del Caracol"
Copyright © María Caracol 2005
Todos los derechos reservados

No le tengas miedo a los abismos.
Es segura la caída.

Celebración del Nacimiento

Dibujo a sombra: "Semilla", 2003, de Glipto29

Con opúsculos, fascículos, prontuarios,
con bravos epítomes y glosas,
te abrí mi corazón: era una rosa
núbil del abecedario.

Mirabas asombrado mi alegría,
la síntesis, los puntos, los extractos,
océanos de fuego y poesía,
bailando entre los besos y los labios.

La noche inauguró nuestros sonidos,
el agua derramó los argumentos,
te quiero fue el primer encantamiento,
los cuerpos encontraron su latido.

Con luz de la mañana, con ternura,
estoy sobre tus mieles escribiendo,
anáforas y amor que se desnuda
y epílogo de árboles abiertos.

Estoy frente a tus ojos

Foto: María Caracol

Estoy frente a tus ojos:
Pierde la calma
Empápate de amor y de ternura

No hay nada que temer
Cuando amanecen
Estrellas milagrosas
Entibiadas

Allá solo hay baluartes
Sin ventanas
Con hálitos y cuerpos
Despoblados

Acá tu corazón
Está cantando
El agua que fecunda
Las coronas

No hay nada que perder:
La inexistencia
No es una condición que se proteja

Abrígame otra vez:
Está brillando
La sangre de la flor
Desenterrada

No te has ido

Vengo a dejar
Aquí
Mi corazón desnudo

Han pasado árboles y peces por mis vértebras
Y la tierra dio una vuelta y otra vuelta al sol

No te has ido

En mi carne está latiendo un meteoro
Un rizoma de leche luminosa
Tu palabra y las hojas que dejaste olvidadas
En mi vientre

No hay nada intacto

Pero sigue abierto cada surco que tallaste
Para abrirme más los ojos y las piernas

No llega nadie

Los barcos no me quieren ver tan cerca

Por eso te traigo mi latido y una pala
Para que de una buena vez llenes de tierra
Oquedades y grietas que esperaban
La multiplicación de tus pájaros

Así no se puede

Me estoy imaginando sus besos
y usted apenas me ha mirado.

Todavía no sé cuál es su nombre
y ya lo desnudé y le mordí las pestañas.

Me derramé en su cuerpo
Me le enredé en el alma
Y bailé toda la noche sobre su piel abierta.

Me aprendí de memoria su respiración y el silbido
de su pecho mientras duerme.

Me apreté en su torso
Lengüeteé su espalda
Y lo traje a navegarme la cadera.

Así no se puede.

¿Cómo voy a sostener una conversación con su boca?
Si lo que quiero es tocarla hasta que se enciendan sus pétalos.

¿Cómo voy a resistir mirarlo frente a frente y revisar papeles y ladrillos,
si se me hace agua el fuego y mi piel por su piel está gritando?.

Por cierto, aún no sé cómo se llama.

Qué se hace en las noches con las ganas

Es jueves.
Tu nombre no me alcanza.

Tu piel se clavó en mi carne
como una boca llena de ángeles terrestres.

Espero una huella, una estampa.
Un signo que no llega.

Tu silencio,
casi siempre dulce,
mata.

Estoy que te amo.

Pero ya entendí que el viernes mi cama no te toca.

Algo supieron las uvas

Con las tempestades atrapadas en la boca, con besos
y con algas, con maleza infame, sanguinaria,
imprecisa como la voz de los jarrones:

el vino se sirvió y a media tarde
crecieron los deseos de tocarnos las ramas.

Giraba mi corazón como un cometa.
Tejiendo los oleajes con sedas amarillas.

De pronto
se acabó el vino.