La suerte
Él se fue.
Y fue tan fácil.
Huyó como un conejo.
Con las orejas arriba, esperando
que yo dijera:
Y fue tan fácil.
Huyó como un conejo.
Con las orejas arriba, esperando
que yo dijera:
....
“no te vayas,
quédate,
aún es hora para
las cerezas
y los labios”.
....
quédate,
aún es hora para
las cerezas
y los labios”.
....
Luego vino el backgammon a informarme
que quien pierde en el amor
recupera la suerte
para el juego.
que quien pierde en el amor
recupera la suerte
para el juego.
1 Comments:
Y en parte, que bueno que se fue ¿no crees?
besos.
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Anonymous, at 7:46 PM, October 17, 2005
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